Quiero dedicar estas lineas a una figura que marcó la época más hermosa de mi vida, cuando recién comenzaba a crecer, a conocer, a experimentar, a desear, a disfrutar, a compartir, a enamorarme, a ilusionarme con la vida. Como también a manejar la frustración de no ver todo cuanto deseaba cumplido, a flaquear, a postponer, a dejar en el olvido, a aplicar la ley del hielo, como si con eso disolviera los problemas que algún desprecio pudiese haberme herido.
Sentimiento, puro sentimiento, ilusiones y desengaños. Canciones, imitaciones burlescas, pero llenas a su vez de emociones, de disfrute, de alegría. Cada vez que era ocasión para cantar, para bailar, para bromear, pues que mejor que hacerlo con Juan Gabriel. Ese si nos ponía alegres a todos, ya sea porque era un show, o porque de verdad nos llegaba al corazón.
En mi casita ranchito de tablas y zinc, en compañía de mis conocidos, vecinos de la infancia que vi pasar hasta llegar a la adolescencia, nos la pasabamos bromeando y disfrutando, deseandonos como tormenta que desea el mar, para hacer las olas volar. Cantamos y disfrutamos las canciones de Juan Gabriel, en las noches de Luna, con frío, pero con calor de amistad. Amanecía muchas veces, y el frío apretaba, pero nuestros juegos y chistes nos hacían felices. En las escaleras de la calle, a la orilla de la carretera, bajo la Luna llena, cantabamos y echabamos bromas, que jamás se olvidarán.
Es la vida un viaje, un compartir, un eterno recuerdo. Lo que dejamos es lo que nos define en la vida, en el recuerdo de quienes estuvieron con nosotros, a quienes les dejamos un trozo de nuestros corazones. Enamorados quedamos de nuestros recuerdos, de nuestras vivencias, en el devenir de cuanto pasó. Nos desarmamos en cada uno de quienes interactuaron con nosotros, en este pasaje muy corto, que se va con cada gota de agua en el río del Universo.
Gracias por existir, por dejar tu recuerdo, tu Amor Eterno entre nosotros. Vibrarás en nuestra alma, como las cuerdas de tu guitarra, gran cantante, gran compositor, gran artista, gran persona, de quien cada uno tiene un hermoso recuerdo. A pesar que el Tiempo es malo y muy cruel amigo, lo hace para que en el Tiempo, tu recuerdo te haga cada vez más grande, mejor en tus obras que dicen todo de tí. Amor Eterno Juan Gabriel (Alberto Aguilera).
