¡Un viaje hacia mi interior!

Con el inicio de un nuevo año se realizan grandes declaraciones personales, que se relacionan con lo que cada uno quiere lograr en los venideros meses. La capacidad de compromiso que nace desde nuestro interior, es uno de los más importantes ingredientes que se incorporan en estos planes de inicio del año. Cada uno de nosotros se diferencia de los demás de acuerdo con nuestro vagaje de experiencias acumuladas, para bien o para mal, vamos transitando por este mundo dejando huellas en nuestro entorno. Que nos catapultemos o no hacia la cima, depende de nuestros deseos y metas, y de la realidad que seamos capaces de crear. Cada quien es artífice de su presente, que proviene de decisiones tomadas y de planes hacia un futuro que se puede ir construyendo desde ahorita. Desde el escritorio de nuestra mente, vamos consediéndole a nuestro ego la capacidad de gobernarnos, ya sea por esos deseos o por el simple hecho de rodearnos de pertenencias y logros, experiencias y vivencias. Es un viaje largo, que al final va a parecer corto, el que nos trazamos a lo largo de esta oportunidad para dejar una huella. La profundidad con la que imprimamos esa huella dependerá de cuán fuerte pisemos y del terreno sobre el que lo hagamos. Lo que vamos develando en este viaje, nos va descubriendo como entes que sobrepasamos nuestras limitaciones físicas, emocionales y psicológicas. Sin querer ser conclusivo, porque todo tiene un final abierto, la realidad que vamos transformando, evoluciona de acuerdo a eso que nos sobrepasa, ese ser que nos susurra y nos mantiene preguntándonos qué somos, de dónde venimos, para qué estamos aquí y hacia a dónde vamos. Durante este nuevo 2015, emprendo una nueva ruta hacia el develamiento de una nueva realidad, para la comprensión de las respuestas a esas interrogantes, que son el marco de la existencia de todo ser humano. Aprender a Ser, más que a Tener. Un viaje hacia mi interior.